martes, 24 de febrero de 2015

¿Quieres saber como eran las pantallas táctiles en 1982?

Las pantallas táctiles ocupan un lugar de privilegio entre nosotros. Es probable que te encuentres tocando una ahora para leer este texto, gracias a la proliferación de los dispositivos móviles. Sin embargo, toda tecnología tiene un punto de partida, y los primeros ejemplos comerciales de pantallas táctiles se remontan a los ’80. Con la magia de YouTube y la preservación digital como aliados, un episodio de Tomorrow’s World de 1982 nos enseña cómo eran en aquel entonces.
Realidad virtual en 1957. La «Home Office de 2001» vista en 1967. AT&T intentando conquistar el mundo de las videollamadas con su Picturephone en 1970. Los desarrollos tecnológicos del pasado tienen algo muy especial. No son pocos los que consideran «fría» a la tecnología actual, o tal vez sea el efecto de desarrollarla pensando en billetes, y no en mejorar nuestra calidad de vida. Tomemos el caso de las pantallas táctiles. El iPhone no fue el primer teléfono móvil en usar una pantalla táctil, pero nadie puede ignorar el hecho de que inició una profunda y compleja fase de adopción a través de todo el mercado móvil. Técnicamente, el primer teléfono en usar una pantalla táctil fue el IBM Simon, que gracias a sus funciones de asistente personal incorporadas la mayoría lo considera también el primer smartphone. Aún así, para conocer los orígenes prácticos de la pantalla táctil, hay que retroceder un poco más.
Un pequeño corto del programa Tomorrow’s World de la BBC perteneciente a su temporada de 1982 nos enseña uno de los primeros ejemplos de pantallas táctiles que luego llegarían a productos comerciales completos como el ordenador HP-150, lanzado en noviembre de 1983. La pantalla táctil del prototipo está compuesta por una serie de fotodiodos y fotorreceptores ubicados en el perímetro de la pantalla. De ese modo se forma una especie de «grilla infrarroja», y cuando el usuario pasa el dedo sobre ella, el sistema detecta la interrupción y la convierte en un comando. La ausencia de interfaces gráficas limitaba la utilidad de la pantalla táctil infrarroja sobre el escritorio, pero como prueba de concepto para controlar maquinaria se encontraba en el camino correcto.
La primera demostración de pantallas táctiles en puntos de venta sería en 1986, y un año después Casio colocaría en las estanterías a su híbrido PB-1000, con un total de 16 «teclas» en la pantalla, aplicando una matriz de 4 por 4. Otros datos flotando en la Web nos indican que Sega había planeado un sucesor para el Game Gear con una pantalla táctil, pero los costos de producción hicieron su implementación prohibitiva, optando por el Sega Nomad, un fracaso comercial que nunca salió de los Estados Unidos. Hoy, las pantallas táctiles se encuentran en smartphones, tablets, ordenadores, cajeros automáticos, máquinas tragaperras y muchas otras plataformas más. Un avance impresionante, aún si les tomó 33 años.
http://www.neoteo.com/como-eran-las-pantallas-tactiles-en-1982/

martes, 10 de febrero de 2015

Sonic Eye: Un casco ultrasónico para “ver” como los murciélagos

Cuando se habla de murciélagos, algunos piensan primero en vampiros, y otros en cierto justiciero multimillonario, pero fuera de la fantasía y la ciencia ficción, los murciélagos sobresalen por su técnica de ecolocación, que les permite conocer su entorno usando sonidos. Hoy, lo que comenzó siendo un proyecto paralelo en la Universidad de California se ha convertido en Sonic Eye, un casco ultrasónico que entrega al usuario un sistema de ecolocación similar al de los murciélagos.
Uno de los tantos mitos que rodean a los murciélagos es el de su ceguera. Si bien hay diferencias en el desarrollo de los ojos dependiendo de cada especie, la frase “ciego como un murciélago” es simplemente falsa. Tal vez el mito se desarrolló debido a su actividad nocturna (en la gran mayoría de los casos) y al uso avanzado de su técnica de ecolocación para navegar y cazar. Frecuencia, composición, intensidad e intervalo de los pulsos son apenas cuatro aspectos que dejan en evidencia la complejidad de su ecolocación. Entonces, ¿cómo no tratar de imitar eso? El ser humano posee una cierta capacidad (aunque muy limitada) de ecolocación, pero los murciélagos tienen a favor el ultrasonido, y para igualar el marcador, necesitamos un poco de ayuda tecnológica. Así es como nace el Sonic Eye.
A simple vista, el Sonic Eye parece un casco creado por el Doc Brown, pero su función definitivamente justifica la apariencia actual. Todo comenzó cuando Jascha Sohl-Dickstein y sus colegas de la Universidad de California en Berkeley se preguntaron si el ser humano necesitaría una especie de “cableado neural” especial para ecolocalizar, o si el cerebro sería capaz de adaptarse a la misma cantidad de información acústica a la que acceden los murciélagos. El desarrollo posterior llevó a la formación del Sonic Eye, el cual emite chirridos ultrasónicos. El sonido rebota en los objetos que componen el entorno, y el eco es recogido por un par de “orejas de murciélago” (técnicamente pabellones auriculares) con un micrófono en su parte central. Un ordenador procesa el eco aplicando un submuestreo (downsampling) con un factor de 20, de modo tal que el ser humano sea capaz de escucharlo.
Durante las pruebas, el Sonic Eye ha demostrado ser tan preciso que sus usuarios (especialmente los más entrenados) lograron reconocer una diferencia de apenas veinte centímetros en la posición de un plato sobre una mesa. Pero lo más llamativo aquí es que el cerebro humano tiene una excelente capacidad para crear mapas mentales a través del sonido, tal y como lo hacen los murciélagos. El siguiente paso es miniaturizar el diseño del Sonic Eye, ya que en estos momentos requiere cargar con un ordenador portátil en una mochila. Con los ajustes suficientes, el casco podría adoptar un formato mucho más liviano, mientras que el procesamiento acústico quedaría a cargo de un smartphone.
http://www.neoteo.com/sonic-eye-un-casco-ultrasonico-para-ver-como-los-murcielagos/

lunes, 9 de febrero de 2015

Test de VIH en minutos desde tu smartphone

Los dispositivos móviles no tienen por qué estar limitados al consumo. Con las ideas correctas y el desarrollo suficiente, pueden hacer mucho más de lo que sus fabricantes imaginan. En el pasado hemos visto cosas como dosímetros que ayudan a detectar radiactividad, pero en esta oportunidad, la Universidad Columbia ha creado un accesorio capaz de realizar pruebas de VIH y sífilis con un smartphone en apenas quince minutos.
Los análisis de sangre representan un proceso tedioso. La última vez que me hice uno tuve que levantarme antes del amanecer, moverme en ayunas, y esperar un par de horas (sólo para que me digan que mi estado es similar al del Partenón). Aún así, los análisis también son un recurso crítico que ayuda a los especialistas a diagnosticar múltiples condiciones. En más de una ocasión se ha propuesto la idea de acercar más a la gente la mecánica de los análisis. La prueba más contundente se encuentra en los medidores de glucemia (léase glucómetro), que con una simple gota de sangre indican el nivel de glucosa en sangre, un dato fundamental para todos los diabéticos. Ahora, ¿qué sucede con análisis más complejos? Nadie duda que el laboratorio sigue y seguirá brindando los mayores niveles de precisión y seguridad, pero ya nos hemos cruzado con accesorios como Cue, y ahora, llega el análisis de VIH portátil.
Un grupo de investigadores estacionados en la Universidad Columbia ha desarrollado un dispositivo que se conecta a cualquier smartphone Android e iOS, y en apenas quince minutos puede realizar pruebas de VIH y sífilis. El texto original explica que el dispositivo aplica la técnica ELISA para detectar la presencia de VIH, anticuerpos treponémicos vinculados a la sífilis, y no treponémicos en infecciones de sífilis activas. Hasta ahora, los laboratorios no ofrecen un formato único para hacer estas tres pruebas al mismo tiempo, y si alguien quiere una plataforma ELISA deberá pagar casi veinte mil dólares por ella, pero el costo del accesorio es de apenas 34 dólares, una verdadera ganga si consideramos su importancia.
Su funcionamiento tiene algunas similitudes con el glucómetro, ya que todo comienza con una gota de sangre que se carga a un colector. Luego, el colector es insertado en un cartucho microfluídico, se abre la aplicación en el smartphone, y se conecta el cartucho al accesorio. El botón negro libera los reactivos necesarios para las pruebas, y en un cuarto de hora o menos, el smartphone presenta los resultados. Lamentablemente, los investigadores aún tienen mucho trabajo por delante. Las pruebas piloto del accesorio han revelado cierto margen de falsos positivos, y aún falta miniaturizar su diseño. Esperamos saber más sobre el accesorio muy pronto.
http://www.neoteo.com/test-de-vih-en-minutos-desde-tu-smartphone/

martes, 3 de febrero de 2015

Storm: Bicicleta eléctrica de bajo costo

Adquirir una bicicleta no es algo muy complicado que digamos, pero si de repente queremos una variante eléctrica, el presupuesto puede dispararse en cuestión de segundos. Con el notable avance que han experimentado los vehículos personales, cualquiera puede llegar a la conclusión de que las bicicletas eléctricas deberían ser más baratas. La nueva bicicleta Storm trata de instalar esa idea ofreciendo una serie de especificaciones más que decentes, a un precio muy competitivo.
Son cada vez más las ciudades que proponen reemplazar a los coches con bicicletas para ir al trabajo.
Dos de los ejemplos con mayor exposición mediática nos llevan a Francia y Bélgica, en donde se experimentó con el concepto de recompensa por kilómetro recorrido. Algunas personas se han adaptado por completo a usar una bicicleta como vehículo principal, pero la mayoría aún tiene sus reservas, en especial si consideramos factores como sudor y cansancio (después de todo, nadie quiere llegar hecho una ruina a la oficina o la universidad). Ahí es cuando surgen alternativas como la bicicleta eléctrica, que elimina la necesidad de pedalear en los momentos más críticos. El problema es que suelen ser caras. Muy caras. Si las búsquedas no me fallan, el precio base es de unos mil euros, y a partir de allí no parece haber límites superiores.
Si lo que se busca es estimular la adopción de las bicicletas eléctricas, la accesibilidad en lo económico resulta fundamental. Con eso en mente, encontramos a la recientemente publicada bicicleta Storm. Ruedas todoterreno de 29 pulgadas, motor de 380 vatios, 80 kilómetros de rango, 32 kilómetros por hora de velocidad máxima, batería de litio que se carga por completo en noventa minutos, y veinte kilogramos de peso forman las especificaciones principales de esta bicicleta eléctrica. Su batería es muy fácil de reemplazar (a simple vista parece una botella hermética), su diseño la hace resistente a todo tipo de terrenos, y el mantenimiento está a la par de cualquier otra bicicleta.
La bicicleta eléctrica Storm comenzó su ronda en Indiegogo el domingo pasado, y en menos de 48 horas trituró su meta original de 75 mil dólares. El proyecto acumula más de 800 mil dólares en este momento, con reservas que superan las 1.400 bicicletas. Una buena parte de su éxito se debe al precio oficial: Cada Storm tendrá un costo de 499 dólares hasta el próximo 6 de febrero, aunque el extra por envíos internacionales puede elevarse a 250 dólares en el peor de los casos. Si no hay ningún inconveniente, las primeras entregas se llevarán a cabo en mayo de este año.
http://www.neoteo.com/storm-bicicleta-electrica-de-bajo-costo/