martes, 28 de octubre de 2014

Anura: Un dron de bajo costo que puedes llevar en el bolsillo

Si estás interesado en ingresar al territorio de los drones, comprobarás casi de inmediato que la inversión inicial no es tan sencilla de digerir. Encontrar un modelo que sirva como punto de partida adecuado es mucho más complejo de lo que debería, pero el responsable del dron Anura quiere cambiar eso con un diseño relativamente económico, y tan compacto que puedes llevarlo en el bolsillo.
La semana pasada me crucé con un vídeo de una carrera de drones. Fue algo sorprendente ver en primera persona a estos pequeños demonios voladores, evadiendo obstáculos a toda velocidad, y por supuesto, destrozando rotores como si fueran de papel. Si haces una breve visita a YouTube y buscas este contenido, lo más probable es que te quedes con las ganas de comprar uno. Independientemente de las regulaciones locales, la primera barrera a superar es la económica. Si bien existen modelos orientados a principiantes, en poco tiempo surgirá el deseo de incorporar más accesorios (como por ejemplo una cámara), cuya mayoría es incompatible con estas versiones de introducción. ¿Qué se considera esencial en estos días? De acuerdo a Jason Lam de la compañía Aericam, la respuesta a esa pregunta, es Anura.
Lo primero que sorprende de Anura son sus dimensiones. A la hora de transportarlo, Anura guarda todos sus componentes en una estructura de 13.5 por 7.4 centímetros, tan grande como el smartphone de turno. Su peso total es de 113 gramos, y la batería integrada (recargable vía USB) mantiene al Anura en vuelo por unos catorce minutos en promedio. Su cámara posee una resolución baja (340 por 288 píxeles) pero suficiente para volar al dron correctamente y reconocer en dónde se encuentra. El sistema de vuelo requiere un smartphone, algo que ya hemos visto en ocasiones previas. El software es compatible con iOS y Android, aunque no se ha descartado la posibilidad de ampliar la compatibilidad de plataformas.
Si el dron Anura llega a vender mil unidades o más, su creador dijo que podrá incorporar más funciones, como despegue y aterrizaje automático, regreso inmediato y seguimiento del smartphone. Anura tiene dos meses por delante en Kickstarter, pero ha dado sus primeros pasos con fuerza. Sobre un total de 100 mil dólares, ya lleva recaudados 54 mil. En estos instantes, el punto de entrada más económico para adquirir un dron Anura es de 195 dólares, más otros treinta en concepto de envío internacional. Si todo sale bien, las primeras entregas se harán en abril de 2015.
http://www.neoteo.com/anura-un-dron-de-bajo-costo-que-puedes-llevar-en-el-bolsillo/

lunes, 27 de octubre de 2014

Goodyear crea un avión inflable

La aviación ha tenido toda clase de historias increíbles y prototipos extraños. No sólo se experimentó con la forma de los aviones, sino también con los materiales de construcción. Un caso llamativo es el del Goodyear Inflatoplane, creado por la famosa compañía de neumáticos a mediados de los ‘50. El avión estaba hecho con dos tipos diferentes de caucho, y el piloto sólo necesitaba cinco minutos para inflarlo.
La historia nos dice que el primer vuelo tripulado en globo se llevó a cabo el 19 de octubre de 1783. Aparentemente, ese vuelo estuvo “anclado” a tierra, y fue apenas un mes después que Jean-François Pilâtre de Rozier y el marqués François Laurent d’Arlandes decidieron prescindir de la soga, a bordo de un globo Montgolfier. Desde entonces, llenar un globo con hidrógeno, helio y aire caliente ha sido un hecho recurrente, pero pocos hubieran imaginado que sería posible llenar de aire un avión. Bueno, la gente de Goodyear lo pensó en el año 1955. El plan era diseñar una aeronave de escape/rescate que pudiera ser arrojada en un contenedor reforzado tras líneas enemigas, y ensamblada en poco tiempo. Goodyear sólo necesitó doce semanas de desarrollo para crear al Goodyear Inflatoplane, que tuvo su primer vuelo exitoso el 13 de febrero de 1956.
¿Por qué digo “exitoso”? Porque el primer vuelo de prueba terminó en catástrofe. El teniente Wallace del ejército estadounidense perdió la vida cuando uno de los cables de control se soltó, atascando la palanca durante un giro descendente. Una de las alas se dobló sobre el rotor y quedó destruida, pero habría sido una pieza de aluminio la que golpeó la cabeza de Wallace y tomó su vida. Esto no detuvo a Goodyear, sino todo lo contrario. En total se crearon doce prototipos, y se conocen como mínimo dos versiones. El GA-468 tenía capacidad para un pasajero, tardaba solamente cinco minutos en inflarse (la combinación de caucho y nylon le daba la rigidez necesaria), y en su forma completa alcanzaba los siete metros de envergadura. Su motor de 40 caballos le daba una velocidad máxima de 116 kilómetros por hora, y con un tanque de 76 litros, su autonomía era de 630 kilómetros. Por otro lado, el GA-466 podía llevar a dos personas, y contaba con un motor de 60 caballos, pero era más lento (110 kilómetros por hora), y su rango era de 443 kilómetros.
Los doce prototipos del Goodyear Inflatoplane fueron creados entre 1955, año en que comenzó su diseño, y 1962, pero Goodyear continuó con el desarrollo del concepto hasta el año 1973, cuando finalmente fue cancelado por su patrocinador principal, el ejército estadounidense. La razón fue que el ejército no pudo encontrar ninguna aplicación militar válida para el avión, teniendo en cuenta que “alguien con buena puntería usando un arco” podía derribarlo.
http://www.neoteo.com/goodyear-inflatoplane-el-avion-inflable-de-goodyear/

lunes, 20 de octubre de 2014

Hemingwrite: La máquina de escribir del Siglo XXI

En más de una oportunidad hemos escuchado hablar a escritores famosos sobre sus escapes a remotas cabañas en el bosque, llevando consigo una simple máquina de escribir portátil y mucho papel. Los ordenadores han cambiado la manera en que todos escribimos, pero aquellos que deseen una escritura más tradicional con la dosis exacta de tecnología, necesitan posar sus dedos sobre una Hemingwrite.
Voy a comenzar esta entrada con una pequeña confesión: Quiero una IBM Selectric. Son verdaderos tanques, una pesadilla de mantenimiento, y no tengo la menor idea de dónde voy a colocarla… pero quiero una IBM Selectric. En la casa hay tres máquinas de escribir (una de ellas eléctrica, que necesita limpieza con urgencia), acompañadas por una cantidad significativa de teclados mecánicos en diferentes estados, y aún así… bueno, creo que el punto se entiende. En la mayoría de los casos soy un férreo defensor de los avances tecnológicos, sin embargo, al igual que muchas personas siento ocasionalmente el deseo de arrojar el ordenador por la ventana y trabajar de forma diferente. El toque “retro” brinda cierto equilibrio, y escribir estas palabras sobre un IBM Modelo M es lo más cercano a una máquina de escribir. O al menos lo era, hasta que me crucé con el proyecto Hemingwrite.
Renunciar a todos los beneficios que aporta un ordenador en estos días suena muy extremo, en especial si tenemos en cuenta a la conectividad, pero Hemingwrite ofrece un compromiso. A simple vista es una máquina de escribir compacta que nos hace recordar a ciertos modelos con un pequeño renglón LCD incorporado y funciones de procesamiento de texto. Ahora, si estudiamos un poco más de cerca sus especificaciones, veremos que la Hemingwrite posee una memoria interna que le permite almacenar hasta un millón de páginas, pantalla de tinta electrónica de seis pulgadas, carcasa de aluminio y una batería que dura seis semanas. A esto se suma un teclado mecánico con interruptores Cherry MX (me gustaría saber qué tipo, pero su sola presencia habilita el cambio de teclas), y lo más importante: Conectividad WiFi y Bluetooth, además de integración con Evernote y Google Docs, que garantiza respaldos constantes.
Una máquina de escribir con WiFi y soporte para Google Docs. “El Kindle de la escritura”, de acuerdo a sus responsables. Aunque parezca mentira, la Hemingwrite tiene su atractivo al tratar de cubrir una demanda tan específica, y estaría mintiendo si dijera que no quiero una. La Hemingwrite participa de la competencia Insert Coin organizada por Engadget, y buscará un lugar entre los diez proyectos finalistas. Esto quiere decir que no hay fecha de lanzamiento ni precio, pero puedo hacer algunos cálculos. Si un teclado mecánico tiene un valor promedio de cien dólares, imagino que el precio de la Hemingwrite debería ser similar al de una tablet.
http://www.neoteo.com/hemingwrite-la-maquina-de-escribir-del-siglo-xxi/

lunes, 13 de octubre de 2014

Google quiere conectar a doctores con sus pacientes

Una práctica muy común en estos días es buscar información sobre síntomas en la Web, y tratar de establecer qué tenemos antes de visitar al doctor. Lamentablemente, las fuentes principales suelen estar repletas de problemas, y en cuanto a salud se refiere, un dato incorrecto puede ser muy grave. Para mejorar esta situación, Google evaluará un servicio a través del cual una persona podrá, además de obtener detalles específicos, iniciar un videochat con un doctor real.
¿Molestias? ¿Dolores? Sí, todos los que quieras. Espalda, cuello, ojos, estómago, espalda de nuevo… la diferencia está en que esos dolores forman parte del grupo de “inconvenientes físicos” que imaginamos dentro de nuestro control. Después de todo, un analgésico, un par de gotas, dejar el ordenador y dormir algunas horas suelen funcionar muy bien. Sin embargo, hay síntomas que tienen el potencial de convertirse en algo más serio. En esta era de conectividad constante, las personas tienden a hacer lo más rápido, que es abrir Google y buscar datos sobre teóricas condiciones. Si bien estamos convencidos de que la Web está repleta de información útil, tanto síntomas como enfermedades no son su fuerte. WebMD crea hipocondríacos por miles, y Wikipedia ha recibido una verdadera paliza por parte de profesionales de la salud.
Google está haciendo todo lo posible para brindar información precisa, pero la última novedad nos indica algo muy importante, y es que en el campo de la medicina, los ordenadores tienen mucho trabajo por delante. Como alternativa, el gigante de Mountain View ha dado inicio a una serie de pruebas para un servicio que permite a una persona conectarse a través de videochat con un doctor de carne y hueso. Básicamente, si el usuario busca un síntoma, aparecerá la leyenda “Talk with a doctor now” (Habla con un doctor ahora). Un punto fundamental a tener en cuenta es que Google cubrirá los costos de las consultas durante la fase de pruebas, lo que nos hace pensar en la posibilidad de ciertas tarifas a pagar si el servicio llega a tener un debut oficial.
Esta iniciativa nos recuerda de inmediato a Google Helpouts, servicio del cual hablamos en agosto del año pasado. Agregar doctores a la lista de expertos parece ser un paso evolutivo lógico para el servicio. Aún así, todo dependerá del factor económico. Aunque siempre he defendido (y aún defiendo) el concepto de salud gratuita, si los precios son razonables, creo que este servicio de Google sería una excelente opción para aquellos usuarios que buscan una opinión profesional desde la comodidad de sus casas.
http://www.neoteo.com/google-quiere-conectar-doctores-y-pacientes/

martes, 7 de octubre de 2014

Nobel de Medicina 2014 para el “GPS del cerebro”

Una vez más, la medicina reconoce a sus mayores exponentes a través del codiciado Premio Nobel. En esta oportunidad, la suma de 1.1 millones de dólares será entregada a John O’Keefe, Edvard Moser y May-Britt Moser, por su descubrimiento del mecanismo que el cerebro posee para generar un mapa de su entorno, y recordar detalles específicos del mismo, algo que se ha llamado formalmente “GPS del cerebro”.
¿Por qué determinados lugares nos son “familiares”? ¿Cómo nos podemos desplazar en un entorno que a simple vista puede parecer caótico y complejo? Para entender esto, muchos expertos se han volcado hacia el estudio del cerebro en los animales. El primer paso que llevó al reconocimiento anunciado recientemente fue dado en el año 1971 por el profesor John O’Keefe del University College London. En ese entonces, O’Keefe pudo establecer que ciertas células en el hipocampo de una rata se activaban siempre cuando se encontrara en una cierta ubicación. Estas células tienen como objetivo registrar tanto lo que vieron a través de la rata como lo que no, dando lugar a la creación de “mapas internos”. A comienzos de los ‘70, los expertos sabían que el hipocampo guardaba cierta relación con la memoria, pero se desconocía cuáles de las células del hipocampo ejercían control sobre cada función. El trabajo de O’Keefe cambió eso.
Un rápido salto hacia el año 2005 nos permite encontrar al matrimonio de Edvard y May-Britt Moser. Ambos descubrieron la otra mitad de la ecuación, al identificar una serie de células llamadas “células de red”, encargadas de la coordinación y el posicionamiento. El Comité Nobel explicó que mientras realizaban un mapa de las conexiones en el hipocampo cuando una rata se movía en un entorno familiar, los Moser hallaron un pronunciado patrón de actividad en una región cercana del cerebro, conocida como corteza entorrinal. Al pasar por múltiples lugares, las células crearon una red hexagonal, en la que cada célula se activó con un patrón espacial único y reconocible. La combinación entre las células descubiertas por O’Keefe y las células de red de los Moser, forman el antes mencionado GPS del cerebro.
La importancia del descubrimiento, y lo que justifica la entrega del Nobel a estos tres científicos, es que ayudará a alcanzar un mejor entendimiento sobre esta memoria espacial, y cómo se ve afectada por diferentes condiciones, como por ejemplo la enfermedad de Alzheimer, que en sus fases iniciales suele causar daño tanto al hipocampo como a la corteza entorrinal. Otro punto para destacar es que el matrimonio Moser estudió con O’Keefe cuando visitaron el University College London, lo que hace su relación un poco más cercana. El premio de ocho millones de coronas, que equivale a 1.1 millones de dólares, serán distribuidos en un 50 por ciento para O’Keefe, y el otro 50 por ciento para el matrimonio Moser. Otro descubrimiento, otro reconocimiento, y otra victoria más para la ciencia y la medicina.
http://www.neoteo.com/nobel-de-medicina-2014-para-el-gps-del-cerebro/

lunes, 6 de octubre de 2014

Crean camiseta inteligente para ejercitarse y dormir mejor


El avance de los dispositivos vestibles no se detiene, y los fabricantes continúan explorando formatos que van más allá de los sensores personales, los relojes y los brazaletes. Casi un año atrás, apareció en Indiegogo el proyecto Hexoskin, que buscaba comercializar una camiseta inteligente con funciones para llevar a cabo múltiples lecturas biométricas. Hoy, Hexoskin se ha hecho realidad.
Tenemos una gigantesca cantidad de información disponible a través de nuestros dispositivos favoritos. No importa si es un detalle oscuro en la historia, lo último en tecnología, los vaivenes económicos o instrucciones para fabricar algo, estamos sin dudas en la era más conectada de la que se tenga registro. Aún así, hay algo que ignoramos con cierta frecuencia, y es el estado de nuestro cuerpo. Dormimos mal una noche, pero es fácil culpar al colchón o la almohada. Pasamos un día entero con el estómago revuelto, y el chivo expiatorio pasa a ser la última hamburguesa con ketchup. Nos duele el cuello, una mala postura. Si nos mareamos, es un golpe de calor. Así se van acumulando las excusas, pero son cada vez más las compañías convencidas de que la tecnología nos puede dar datos más precisos sobre cómo nos sentimos en realidad, lo que ha llevado al desarrollo de productos como Hexoskin.
En esencia, lo que plantea Hexoskin es monitorear varios aspectos de nuestra actividad física diaria, no como un reloj o un sensor conectado a un electrodo, sino como una camiseta inteligente, la cual puede ser usada durante el ejercicio, el trabajo, e incluso cuando nos vamos a dormir. En total, los sensores integrados a Hexoskin tienen la capacidad de monitorear hasta 42 mil puntos de datos por minuto. Ritmo cardíaco, cantidad de pasos, niveles de estrés, respiración y hasta calidad del sueño son parte de las mediciones que se encuentran al alcance de Hexoskin. Su conectividad vía Bluetooth habilita al usuario a visualizar todos los datos en tiempo real con una aplicación dedicada bajo Android o iOS, y en lo que autonomía se refiere, su batería dura poco más de catorce horas.
De más está decirlo, Hexoskin puede introducirse en la lavadora, es resistente a olores y cloro, y se seca muy rápido. En octubre de 2013, los desarrolladores de Hexoskin recibieron 165 mil dólares a través de Indiegogo para financiar el desarrollo de esta interesante camiseta. Con los múltiples tropiezos que hemos visto en el mundo del crowdfunding recientemente, es un gusto saber que Hexoskin ya se encuentra disponible al público. La distribución está limitada a los Estados Unidos, y su precio de 399 dólares probablemente sea un poco difícil de digerir, pero si lo colocamos en perspectiva, es el mismo precio de una tablet decente, y no suena tan descabellado si a cambio recibimos detalles específicos sobre la forma en que dormimos y nos ejercitamos.
http://www.neoteo.com/hexoskin-camiseta-inteligente-para-ejercitarse-y-dormir-mejor/